miércoles, 25 de septiembre de 2013

La rogativa a la Virgen de la Armedilla

Virgen de la Armedilla antes de restaurarse.
Actualmente las mentalidades han cambiado, las necesidades que tenemos en muchos casos se satisfacen, desde el ámbito económico, con el dinero. Pero hasta la actualidad, hemos de entender una sociedad donde la sacralización ha tenido un lugar muy importante dentro de la vida de cada individuo y necesitaba de la protección de Dios que en muchos casos, y especialmente en los que su plan como Creador y su voluntad prevalecían sobre la toda una comunidad. Esta introducción nos permite entender por qué en todos los lugares de una forma u otra se ha hecho necesaria la protección y la preocupación en nuestro territorio por parte de los campesinos hacia aquello que estaba fuera de su control. Hemos de entender la preocupación por un nubarrón, el pedrisco, por una plaga o la sequía... en los que uno se siente indefenso y ve perder en muchos casos lo trabajado hasta el momento. Cantidad de veces se ha interpretado como un castigo ante la ira de Dios, pero lo peor de todo es el resultado y las consecuencias que puede traer: la miseria, el hambre, y cómo ante ello no se encontraban otras soluciones que los de súplica y ritos que en la sociedad cristianizada, y en los países católicos, eran llevados por la Iglesia a través de procesiones o rogativas para lograr la intercesión de los santos y de la Virgen ante la infinita misericordia de Dios. En el ámbito religioso es una forma más de reconciliación, pues conlleva el arrepentimiento y la necesidad de reestablecer el equilibrio entre lo terrenal y lo sobrenatural. 

Vara de la Virgen de la Armedilla
Pero además, y el hecho por el que se haga este artículo, es que este tipo de ritos y manifestaciones confieren una identidad, cohesión e integración en el grupo local en el que tiene lugar, y es que a través de unas devociones, imágenes de un determinado Cristo, Virgen, santo local... que simbolizan la identidad cultural que ha existido en los pueblos hasta el presente. Actualmente nos reunimos en torno a santuarios, el día de la fiesta de nuestro pueblo, cuando existe una tragedia todos compartimos un determinado sentimiento y necesitamos de esa unión o cuando queremos solicitar algo a alguien que simbólicamente o de forma responsable está sobre nosotros y ostenta un determinado tipo de poder. 


La manifestación principal de las rogativas han sido siempre las procesiones, pero también hay otras formas de súplica o comunicación, pues existe el toque de campana denominado "tente nublo"o los actos religiosos como triduos, novenas... Pero es muy interesante sobre todo cuando sale una imagen en tiempo de sequía o en tiempo de plaga, la historia de la tradición ha recogido miles de estas historias en las que una determinada talla ha salido de la iglesia y al poco tiempo el cielo se ha nublado, la plaga ha remitido o los enfermos de peste han sanado. Puede que resulte algo propio del ámbito de la superstición, de sociedades incultas o idólatras... pero como se ha indicado, la necesidad de evitar el hambre y la miseria llevaba en muchos casos a este tipo de actuaciones que de va más allá de algo simple o de una confianza ciega, es algo que no diferencia lo espiritual de lo social. Todos los santos populares, las Vírgenes de los pueblos o los protectores de cada lugar, las reliquias... documentan montones de gracias concedidas en los momentos de necesidad y por lo tanto esto llevó a muchas tradiciones. 

Virgen del Rosario
Pedro de Bolduque
En nuestro pueblo tenemos la reciente intercesión de San Roque, durante la gripe de 1918. Pero también se tienen noticias de algunas rogativas fallidas, hemos documentado en el caso de la Virgen del Rosario, la talla de Pedro Bolduque que está presidiendo el retablo de la epístola, que tras ponerla en novena y procesión y traer el pedrisco y malas cosechas, la talla fue retirada de su sitio habitual y llevada a la sacristía donde permaneció durante muchos años. No obstante, a la Virgen a la que más se ha encomendado Cogeces para que intercediera, sobre todo desde el siglo XIX es a la de La Armedilla, y de la que muchos hablan de su rápida actuación. La rogativa que tenía lugar en tiempos de sequía, recorría el pueblo y también era llevada por el antiguo Camino del Calvario recorriendo todo el cerral y subiendo por el camino del Batán. Como en otros muchos lugares se hacía para que la talla viera el estado de sequía en que se habían convertido los campos. Conservamos en la sacristía la vara que, suponemos, llevaría la persona que pagaba la rogativa, ya que no constatamos la existencia de una cofradía de la Virgen de la Armedilla, al menos por los libros conservados.

Otro tipo de rogativas que se hacían con más asiduidad, eran las que iban hasta las cruces que había a las afueras del pueblo donde se hacía la bendición de los campos, sobre todo durante la primavera. Todo este tipo de procesiones se hacían con cantos populares a la Virgen o al Santo, con rezos de letanías y numerosas oraciones. 
Virgen de la Armedilla

Cuando se vive en una sociedad que exteriormente se muestra muy desarrollada, con una mentalidad desde un racionalismo empirista y desgraciadamente con un poso materialista y con tendencia individualista, es muy difícil entender este tipo de manifestaciones públicas, si no es como un resto del pasado que se extinguirá en breve, y sobre todo porque en el ámbito de la fe, de ponerse en confianza de la Providencia es algo que ha dejado en un vacío. En muchos casos, cuando el hombre siente esas necesidades, en los momentos de desgracias o problemas, en los momentos de guerra, en los que no puede haber una fácil solución, en seguida se echa mano de este tipo de actividades para cubrir ese vacío que está dentro de la naturaleza humana. Puede que la estética haya cambiado, que ahora no sean Vírgenes Románicas revestidas con todo el cariño o Cristos llenos de carcoma y ennegracidos por las velas, o santos que portan las primeros frutos de la tierra y que en definitiva representaban el sentir del pueblo. Ahora esas manifestaciones se hacen con pancartas, con gritos, con uniformes similares... que de igual manera solicitan la solución o mejora ante lo que no es fácil de solucionar y se hacen en la calle de forma pública, con una aparente organización y jerarquía. 
En los últimos años se ha popularizado el canto de la rogativa a la Virgen de la Armedilla:

A la Virgen de la Armedilla 
Danos agua, madre amada
Danos agua Virgen bella
Danos agua pozo hermoso
Fuente de toda pureza.
La Virgen de la Armedilla
Es pequeña y milagrosa
Y en medio de la corona
Se para una mariposa.
Aquella mariposita
Que vino con la embajada
De conservar en novena
A la reina soberana.
Quien es aquella Señora
Que viene por la arca madre
La Virgen de la Armedilla
Para regarnos los panes.
La Virgen de la Armedilla
Es pequeñita y morena
Tengámosla todos fe
Que es la que el campo nos riega.
Oh Virgen de la Armedilla
Cuánto te hay que agradecer
Que en poniéndote en novena
Al cielo mandáis llover.
Los pajaritos no cantan
A eso del amanecer
Porque les falta el rocío:
Señora, lloved, lloved.
Quién es aquella Señora
Que viene por el Calvario
La Virgen de la Armedilla
Viene a regarnos los campos.
Oh Virgen de la Armedilla
Madre de Dios sin igual
Que algún día te alabemos
En la patria celestial.


Miguel Herguedas

sábado, 7 de septiembre de 2013

Vídeo del homenaje a Luis Velasco

El sábado 10 de agosto tuvo lugar en el salón de actos el homenaje a nuestro vecino Luis Velasco Herguedas, fallecido en Valladolid durante el mes de agosto de 2012. Esta actividad estaba programada dentro de las actividades del Verano Cultural que el grupo de investigación había preparado. Así mismo, ha dado lugar a comenzar una serie de homenajes póstumos a aquellas personas que han promovido la actividad cultural en Cogeces de una forma desinteresada. Compartimos este vídeo con todos nuestros seguidores, el cual estrenamos el día del homenaje. Así mismo también el texto que dio inicio a esta actividad.



    Buenas tardes a todos y gracias por haberos acercado esta tarde a esta sala para recordar a Luis Velasco Herguedas. Este homenaje, no es ni más ni menos el comienzo de un conjunto de homenajes a las personas que han promovido la cultura en nuestro pueblo y que ya no están con nosotros. Luis Velasco es una de esas personas que han contribuido a conocer y engrandecer la Cultura en Cogeces del Monte. 

Esta tarde queremos recordar tanto la vertiente creadora y transmisora de Luis como la configuración de su personalidad infatigable y sorprendente. Él era una persona nada convencional, independiente y original que, tal vez, contrastaba un poco con la vida más corriente del resto de la gente.

Él fue un espíritu libre, que no se dejaba dominar ni por las personas más allegadas a él, ni por las personas con las que convivía, pero eso no quiere decir que él no las amara. 

Sin duda, era una persona con una amplia cultura popular, que gracias a su sencillez, gustaba de contar historias y versos a aquellos que más se interesaban por el tema. Luis no era nada soberbio, le encantaba además compartir sus conocimientos con cualquier persona que supiera apreciar el valor de estas historias. Aprendió una buena parte de  las mismas de su padre, el señor Simeón Velasco que a su vez las aprendió de sus mayores. 

Él desarrolló a lo largo de su vida de gracia, o arte, que hay en Cogeces, de componer y crear versos, unos versos que estaban muy elaborados y que recitaba o cantaba. 

Además era un amante de la Zarzuela, los que lo conocisteis sabéis que le gustaban obras como la Linda Tapada, esa que dice “Borrico corre ligero, anda, camina y no mires atrás…” y otra que se titula Gigantes y Cabezudos, cuyas letras memorizaba y reiteraba una y otra vez cuando se las requerían o cuando estaba trabajando. 

Luis ha sido una persona que ha sabido transmitir la tradición oral, y también interpretarla, comunicando los conocimientos y las tradiciones que han pasado de generación en generación, a través de los cuentos, poemas, relatos o leyendas. Igualmente fue consciente del valor que esto tiene y por ello echó mano de la escritura o de las nuevas tecnologías que tenía a su alcance, como son las grabadoras de voz. Y también se dedicaba a componer textos con gran facilidad.

Este homenaje comenzará con una serie de lecturas dramatizadas: en primer lugar, el curiosos poema de “La Nave Espacial”, después la lectura del poema titulado “Mi Jardín”, y después un cuento con moraleja cuyo título es “El Saco”. Una vez terminadas las lecturas mostraremos un pequeño audiovisual y para finalizar interpretaremos una de sus coplillas a modo de jota. Disfrutemos de todo ello en su recuerdo. 

El Grupo de Investigación Histórica y Etnográfica de Cogeces del Monte estamos totalmente agradecidos a la familia de Luis, que ha colaborado con nosotros a la hora de prestarnos material e información así como al grupo de teatro La Solana, que ha colaborado desinteresadamente con nosotros para poder llevar a cabo este homenaje. Esperamos que paséis una buena tarde disfrutando de este detalle póstumo hacia Luis Velasco Herguedas.